Teletrabajo, el futuro es hoy

por María Verónica Del Valle López

Tener una computadora, una buena conexión a internet, las herramientas básicas y mínimas de informática y computación se presentan como una necesidad sine qua non para llevar a cabo las tareas y obligaciones laborales y cumplir así́ en tiempo y forma con las mismas (o al menos intentarlo).

Horas infinitas frente a la pantalla, mails que nunca dejan de llegar, mensajes de WhatsApp que convierten nuestros teléfonos, en enciclopedias de datos, reuniones virtuales infinitas, videoconferencias interminables, son sólo algunas de las tareas que debemos realizar. Sumado a esto, no podemos subestimar las consecuencias tales como problemas en las cervicales lo cual puede acarrear, dolores de cabeza, mareos, rigidez, dificultad al movilizar el cuello. Problemas en la visión, como por ejemplo fatiga visual, pérdida de la agudeza visual, conjuntivitis. Dolencias producto de malas posturas. Cansancio y estrés consecuencia de estar muchas horas sentados frente a la computadora.

No olvidemos que los padres que además de trabajar desde sus casas y de pasar muchas horas frente a la computadora deben, además, ocuparse de las tareas del hogar, cuidar a los niños, jugar, pintar, colorear, disfrazarse, ayudarlos en sus tareas escolares, muchas veces buscando ellos mismos información y volviendo a estudiar temas vistos hace diez, quince o más años atrás cuando cursaban la secundaria. Conviviendo 24 horas y quizás compartiendo computadoras o dispositivos.

Es innegable la dificultad que representa y significa el teletrabajo para los que poseen pocos conocimientos de informática y de internet y que se ven obligados a aprender las nociones básicas. Familiarizarse con nociones que son tan obvias para algunos pero no para otros. Qué es una App, para qué sirve, cómo usarla, cómo descargarla, cuál es su función, o bien qué es el zoom, un webinar, un live, y muchísimas abreviaturas más.

Muchas veces la creencia actual es que, saber usar una computadora e internet es algo natural e innato y se da por sobreentendido, sin embargo, esto no es tan así para los que no crecieron con computadoras (aunque parezca increíble hay una generación que lo vivió de esa manera) y que estudiaron en la universidad con la famosa máquina de escribir que hoy es una reliquia. Puede ser complicado entender los tutoriales y no frustrarse frente a todo un mundo que se debe abordar desde la más absoluta y perfecta soledad.

¿Blanco o negro?

Ahora bien, podríamos hacernos la siguiente pregunta: ¿es todo negativo en el teletrabajo? Bueno, la respuesta es no, como en todos los aspectos de la vida, nunca todo es blanco o negro Siempre hay un gris muchas veces matizado pero gris al fin, así́ que salgamos de los extremos y busquemos un punto medio que seguro algo encontraremos.

Empecemos quizás por el primero, que es que podemos quedarnos en casa y organizar nuestro espacio de trabajo a nuestro piacere, organizamos también nuestro tiempo, pero para ello debemos ser metódicos, organizados y de por sí tener un espíritu que tienda al orden, al respeto de las reglas y de las normas, de otro modo será́ muy difícil establecer límites y horarios. De otro modo estaremos confinados desde temprano hasta altas horas de la noche sin habernos levantado de la computadora y sin siquiera haber hecho una pausa de algunos minutos para almorzar o merendar. Por lo tanto, establecer límites es fundamental para evitar así́ que nuestra salud mental y física se vean afectadas.

Ahorramos en transporte público, lo cual para muchos no deja de ser una gran ventaja, sobre todos los que deben tomar dos o más transportes para ir a sus trabajos u oficinas. No estamos obligados de vestirnos con ropa de oficina, al estar en casa no debemos respetar ningún código de vestimenta.  Optamos por algo cómodo y sencillo que esté en armonía perfecta con la situación que estamos atravesando. Muchas mujeres que suelen maquillarse encuentran en esto un impasse agradable.  Nuestra presencia no debe estar ni prolija, ni impecable, nos liberamos así́ de la tiranía de la imagen y de la obligación de estar siempre presentables.

La aceptación de esta situación para todos los que no estamos habituados a esta modalidad, es fundamental. Debemos hacernos a la idea que esto se impondrá́ por un largo período, asumiendo que es un desafío, más aún cuando los conocimientos de informática son escasos y existe una gran distancia del mundo virtual.  Y sobre todo cooperar conservando una actitud positiva, hará́ nuestro trabajo más ameno.  Quién sabe, quizás, en algún momento nos amiguemos con la informática y hasta disfrutemos del camino por andar, como lo dijo Anthony de Mello, conocido por sus libros de espiritualidad: “La felicidad no puede depender de los acontecimientos. Es tu reacción ante los acontecimientos lo que te hace sufrir”.

Algunas herramientas para trabajar en casa

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