Tarot terapéutico: un camino de crecimiento interior

Por Ignacio Bernasconi

¿Alguna vez te preguntaste por el sentido de tu vida? ¿Intuís que la existencia esconde diferentes niveles de realidad y comprensión? ¿Sentís que ha llegado el tiempo de hacer las cosas de otro modo para vivir interiormente desde otro lugar y con una actitud diferente? ¿Buscás respuestas que te ayuden a ver lo que se esconde a tu mirada? ¿Te gustaría vencer miedos, bloqueos o angustias? ¿Creés que hay heridas en tu interior que te impiden llegar a ser de una manera plena? ¿Anhelás tener paz, alegría y plenitud de corazón?

Estas son sólo algunas de las muchas preguntas que generan un interés cada vez mayor en quienes se acercan al Tarot, no con la intención de predecir el futuro, sino de conocerse mejor a sí mismos. Aunque durante siglos este enigmático mazo de cartas fue utilizado con fines exclusivamente adivinatorios –y de hecho, este es el motivo por el que todavía hoy se lo consulta con mayor frecuencia–, en los últimos años ha surgido una nueva concepción del Tarot que propone un cambio radical en la forma de interpretar las cartas, otorgándole un sentido eminentemente terapéutico.

En efecto, gracias a su profunda riqueza simbólica y arquetípica, capaz de desencadenar asombrosos movimientos a nivel inconsciente, el Tarot está demostrando ser un prodigioso instrumento de autoconocimiento y sanación interior. Alejandro Jodorowsky, Liz Greene, Enrique Ezquenazi y Gerd Ziegler, por mencionar algunos de sus mayores exponentes, han sido los impulsores, desde distintas épocas y lugares, de una lectura diferente del Tarot que no busca predecir hechos futuros sino profundizar la experiencia del eterno presente.

Así, al concebir las cartas como una suerte de espejo holístico donde contemplar la compleja realidad humana, nos hacemos capaces de resignificar nuestra vida y lo que nosotros mismos somos, despertando procesos naturales muy profundos en nuestra psiquis e iluminando zonas ocultas. Así, internándonos más plenamente en el presente, podemos alcanzar una comprensión más equilibrada de nuestra historia personal, observar toda nuestra realidad de un modo más consciente y proyectarnos hacia el futuro de una manera mucho más sana.

El Tarot terapéutico nos permite entender, además, que todos tenemos anhelos y temores muy similares y que en nuestras vidas generalmente sólo varía la escenografía y el atuendo de los actores. La percepción de la unicidad del destino humano desencadena la experiencia de una unión íntima con los demás, e incluso con la totalidad de lo existente, haciéndonos capaces de ingresar a una realidad cuya esencia es bella, buena y verdadera. El sugestivo metalenguaje del Tarot nos interpela, y lejos de condenarnos a un destino preestablecido, nos invita a lanzarnos a un océano de oportunidades donde nuestro ser puede avanzar con velas desplegadas y viento de popa.

No es de sorprender que personalidades como André Bretón, Salvador Dalí y el propio Carl Jung hayan sentido una atracción irresistible por el Tarot. ¿Vos, te animarías a consultarlo?

* Ignacio es Lic. en Filosofía, redactor, editor y corrector de textos | ignacio_bernasconi@yahoo.com.ar

encuesta