Editorial – octubre 2019

Para las que hacen las mejores milanesas.

Para las que se despiertan muy temprano para estar listas a tiempo y llevar a sus hijos al colegio.

Para las que esconden sorpresas debajo de las almohadas.

Para las que se quedan trabajando hasta tarde para ir el finde a donde ellos quieran.

Para las que corren de vuelta de la oficina para llegar temprano.

Para las que tienen un hijo. Y las que tienen dos. Y las que tienen tres, cuatro o un montón.

Para las que se convierten en madres del corazón de otros hijos.

Para las que acompañan a los chicos a los cumpleaños y ya se saben de memoria las animaciones.

Para las que les enseñan a atarse los cordones.

Para las que se ríen a carcajadas con sus piojos.

Para las que curan con un beso y un mágico “sana, sana, colita de rana”.

Para las que se saben de memoria todos los favoritos de los chicos.

Para las que no se pierden ni un acto de fin de año.

Para las que se escabullen de noche solo para verlos dormir un ratito.

Para las que les enseñan a perseguir sus sueños y no dejar de intentar.

Para las que esperan despiertas a la madrugada hasta que los adolescentes vuelvan de bailar.

Para las que salen en pijama a la madrugada a buscarlos de las primeras fiestas.

Para las que ayudan a sus hijos a crecer (y no sólo a hacerse mayores).

Para las que llevan orgullosas el título de “mejor mamá del universo”.

Para todas ellas, para todas nosotras: ¡feliz día de la madre!

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